La autorregulación es la habilidad de manejar tus emociones, tu fisiología y tus reacciones frente al estrés. No se trata de controlarlo todo, sino de poder volver al equilibrio sin quedarte atrapado en estados extremos. Esta capacidad se va formando a lo largo de la vida y puede estar influida por experiencias tempranas, como las relaciones de cuidado y los eventos adversos. Algunas personas aprenden a calmarse con facilidad, mientras que otras dependen del entorno o luchan con reacciones intensas.

Este ejercicio puede ayudarte a explorar cómo se manifiesta en ti. No hay respuestas buenas o malas. Elige la opción que sientas más cercana a tu experiencia.

1. Regulación de emociones y estados internos

A. Suelo poder manejar lo que siento y volver a un estado de calma
B. A veces me cuesta regular lo que siento, aunque lo intento
C. Me siento fácilmente desbordado(a) y no sé cómo recuperar el equilibrio

2. Tolerancia al estrés o al malestar

A. Puedo tolerar emociones difíciles sin desconectarme ni actuar impulsivamente
B. Algunas emociones me sobrepasan y me cuesta mantener la calma
C. Me altero con facilidad o me desconecto rápidamente para evitar sentir

3. Dependencia del entorno para calmarme

A. Puedo calmarme sin depender demasiado de los demás o del entorno
B. A veces necesito que alguien o algo externo me ayude a calmarme
C. Siento que no puedo regularme sin que alguien más me contenga

4. Estado general de equilibrio

A. Me siento con energía, salud física y emocional la mayor parte del tiempo
B. Tengo altibajos frecuentes en mi estado emocional y físico
C. Me siento crónicamente tenso(a), cansado(a) o con ansiedad persistente

¿Qué hacer con tus respuestas?

Observa cuál letra elegiste más veces: A, B o C.

  • Si elegiste mayormente A, probablemente has desarrollado una autorregulación sólida. Puedes manejar emociones difíciles y recuperar el equilibrio con mayor facilidad.

  • Si elegiste mayormente B, es posible que sigas usando estrategias aprendidas para protegerte del dolor emocional. Estas estrategias aún te ayudan, pero podrían estar limitando tu bienestar actual.

  • Si elegiste mayormente C, puede que tu sistema aún funcione con mecanismos de defensa de etapas tempranas. Esto no es un defecto, sino una señal de que podrías beneficiarte de un acompañamiento que te ayude a sentirte más en control y en calma.

La autorregulación no es un rasgo fijo. Se puede fortalecer a cualquier edad. Volverte consciente de tus patrones es el primer paso para vivir con mayor estabilidad y libertad.

Después de reflexionar sobre tus patrones de autorregulación emocional, te invitamos a ver un breve video que muestra cómo ciertas conductas —como ser "demasiado sensible", evitar situaciones específicas o tener dificultades cotidianas— pueden estar relacionadas con experiencias tempranas no resueltas.

Este video explica, de manera clara y compasiva, tres señales comunes que podrían indicar que una persona está actuando desde un estado emocional desorganizado, aunque no siempre lo sepa: reacciones emocionales intensas, evitación persistente, y dificultades en el funcionamiento diario. También ofrece ejemplos prácticos y menciona cómo la terapia puede ser una vía para recuperar el equilibrio y el bienestar.

Puedes mirar el video prestando atención a estas preguntas:

  • ¿Reconozco alguna de estas señales en mí o en alguien cercano?

  • ¿He normalizado alguna de estas experiencias como si fueran simplemente "parte de mí"?

  • ¿Qué idea me deja el video sobre la posibilidad de sanar?

  • Adapted and inspired by concepts from The Practical Guide for Healing Developmental Trauma by Laurence Heller and Brad J. Kammer (North Atlantic Books, 2022).