Cuando una persona atraviesa momentos de angustia, tristeza o estrés, suele buscar estrategias que le devuelvan cierta sensación de calma y seguridad. Una de las más conocidas es imaginar un “lugar seguro”, es decir, un espacio mental que transmite paz. Sin embargo, también existe otra vía poderosa: recurrir a recuerdos positivos. Estos recuerdos actúan como recursos internos almacenados en la memoria y nos permiten reconectar con emociones agradables que ya hemos experimentado, como alegría, logro o serenidad. En lugar de inventar un espacio ficticio, nos apoyamos en vivencias reales que dejaron huella en nuestro cuerpo y en nuestra mente.
Acceder a estas experiencias no solo sirve para consolarse en el presente, sino también para recordarnos que tenemos la capacidad de sentirnos bien, aunque las circunstancias actuales sean adversas. En cierto modo, es como ampliar nuestro “arsenal personal”: ya no dependemos únicamente de imaginar un refugio, sino que podemos usar la evidencia de nuestra propia historia emocional como apoyo.
Cómo trabajar con un recuerdo positivo
Escribirlo
Comienza anotando una frase corta que capture un momento en el que sentiste alegría, bienestar o satisfacción. Puede ser desde un logro académico hasta un instante sencillo, como compartir una comida con alguien querido. Lo esencial es que evoque una emoción clara y positiva.Identificar imagen y palabra
Piensa en la escena más representativa de esa experiencia y conviértela en una imagen mental, como si fuera una foto. Luego elige una palabra que resuma lo vivido, por ejemplo: “orgullo”, “paz”, “amistad”.Evocarlo conscientemente
Cierra los ojos, trae a tu mente la imagen y la palabra, y observa cómo responde tu cuerpo. Quizá notes calor en el pecho, una sonrisa involuntaria o una respiración más ligera.Saborearlo y repetirlo
Permanece unos segundos disfrutando de esa sensación, deja que se expanda y después suéltala. Repite el proceso varias veces: traer el recuerdo, sentirlo, soltarlo. Con la práctica, bastará la palabra o la imagen para reactivar la emoción positiva en cualquier momento.
Los beneficios de este ejercicio
Recurso emocional: el recuerdo se convierte en una herramienta concreta a la que puedes recurrir cuando la vida se complica. Es una forma de recordarte que dentro de ti existe la capacidad de experimentar calma y alegría.
Chequeo de la memoria emocional: el ejercicio también funciona como una prueba para observar qué tan accesibles están tus recuerdos agradables. Si puedes recuperarlos con claridad, significa que tu sistema emocional mantiene un buen acceso a experiencias positivas.
Dificultades posibles
Puede ocurrir que, en un estado de depresión, resulte muy difícil encontrar recuerdos que se sientan realmente positivos. Aun cuando evoques momentos alegres, es posible que aparezcan teñidos de melancolía. Esto se debe a que nuestro estado de ánimo influye directamente en cómo recordamos: cuando la tristeza es intensa, incluso las memorias felices pierden brillo.
Si notas que no logras recuperar experiencias positivas o que todas aparecen acompañadas de dolor, es una señal de que tu malestar emocional merece atención especial y apoyo profesional.
Precauciones
No presionarte: si hoy no puedes traer recuerdos positivos, déjalo y vuelve a intentarlo en otro momento.
No forzar la introspección: evita profundizar en ejercicios que impliquen explorar tu historia si te encuentras en un estado de tristeza intensa.
Enfocarte en comprender: si la infelicidad es constante o aparece en oleadas, lo más útil es tomar conciencia de por qué ocurre, en lugar de forzarte a sentir algo distinto.
Meta principal
El propósito de trabajar con recuerdos positivos no es únicamente evocar escenas agradables. La meta es construir una relación consciente con tu mundo emocional. Esto implica tres aprendizajes clave:
Reconocer cómo tu estado anímico actual colorea el acceso a tus memorias.
Comprender que los recuerdos positivos son un recurso real al que puedes regresar.
Aceptar que, si la tristeza impide alcanzarlos, es momento de buscar ayuda externa.
De esta manera, los recuerdos positivos dejan de ser simples escenas del pasado y se transforman en una herramienta de autoconocimiento y autocuidado que fortalece tu bienestar en el presente.
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Adaptado e inspirado por los conceptos de Shapiro, F. (2012). Getting past your past: Take control of your life with self‑help techniques from EMDR therapy. New York, NY: Rodale.